Deben saber cómo son mis domingos…
A diferencia de otras personas que ya están en sus treinta al igual que yo, no salgo a correr maratones, no tomo clases de yoga al aire libre, no visito la iglesia, no tengo hijos que llevar al parque, etc. Mis domingos son sagrados porque es el único día de la semana que lo dedico a no hacer nada, así es NADA.
Mi objetivo de cada domingo es levantarme hasta que la cama me dé una patada y reservar todas mis energías para los próximos seis días que van a requerir todos mis esfuerzos.
No puedo imaginar mis domingos sin la tecnología. Existe una gran cantidad de artefactos, llámese dispositivos, que ayudan a cubrir los objetivos de comodidad y supervivencia los fines de semana.
Enlistemos algunos de ellos:
1) Control remoto: ya sea de la pantalla plana, del estéreo, la televisión, el DVD, el Blu Ray, etc. Cuya historia comenzó por allá de 1950.
2) Teléfono móvil: que, como su nombre lo indica, nos permite movilidad, es decir que no tenemos que estar “pegados” a una silla y “encadenados” a un cable. Esta innovación al teléfono fijo data de 1970.
3) Computadora: en los términos más generales y de lo que ella deriven (notebook, laptop e incluso tabletas) y que su historia va tan lejos como la invención del ábaco o la primera calculadora en 1623.
El conjunto de estás tecnologías o la inclusión del todo en uno, como ahora lo son los smart phones, han generado el paraíso del holgazán, y con eso no quiero decir que este mal. Pero hay un punto crucial que deseo destacar… COMIDA A DOMICILIO. Ni pensar en cocinar o salir al super mercado por alimentos si es domingo, ¡existe el servicio de comida a domicilio!
No es que el concepto de comida a domicilio sea nuevo, pero si es cierto que con el uso de la tecnología ha evolucionado, de tal forma que hoy en día es más fácil encontrar una variedad de lugares que ofrecen este servicio a través de vía telefónica, redes sociales e incluso aplicaciones especializadas para tal acción.
Hay muchas variantes, puede ser que ya sepamos exactamente a que establecimiento contactar o simplemente probar algo nuevo, por lo que hay que aventurarse en la red para encontrar un lugar diferente, leer el menú o incluso armarlo como en caso de algunas pizzerías.
Por todo el mundo circula esta nueva modalidad en donde uno empieza resolviendo la pregunta más importante ¿qué quiero comer hoy?, a partir de esa respuesta se puede seleccionar nuestra ubicación para que la aplicación nos presente la lista de restaurantes que tienen la comida que deseamos, así como la ubicación, el teléfono y la dirección electrónica. Además nos permite revisar el consumo mínimo, tarjetas participantes, gastos de envío en caso de existir. Algunas de estas aplicaciones presentan otro tipo de beneficios como: al hacer el pedido a través de la aplicación se obtiene un descuento, variedad de restaurantes, vigente en varios países o estados, comida sana y otra no tanto, etc.
Aquí unos ejemplos de esta maravilla que me permite descansar el fin de semana sin pensar en la liosa labor de preparar algún platillo y que sólo requiere de mi esfuerzo físico para abrir la puerta y sonreír al repartidor.